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BUSTILLO DEL PARAMO: Las cuajadas, a mi me gustaban regulín. ...

Bueno la leche ya la tenia mi madre bien coladita. Y ahora hay que echarla en la olla que tenemos siempre reservada para estos menesteres.
"En la chapa de la cocina o al butano, se ponia la olla a calentar con la leche de oveja. No había que dejarla hervir, la leche tenia su punto de calor para hacer un buen queso. Mi madre sólo con meter el dedo ya sabia en que momento había que retirarla y en ese instante se echaba el cuajo, comprado o del que hacían con el cuajo del cordero. Se iba dando vueltas a la leche hasta disolver bien el cuajo. Se dejaba emfriar, lo justo también. Y se empezaba con la faena del queso. Metemos las manos en la olla, y poco a poco muy despacio vamos uniendo la leche cuajada. Había que hacer una bonita bola, uniendo la leche cuajada. Ibas viendo como se desprendia el suero y poco a poco ya tenias la bola de queso. En este paso con el suero desprendio de la leche cuajada colocabas la bola de queso en una (ahora no recuerdo como se llama) bueno que lo ponias en un recipiente, creo que puede denominarse "arcella" que era redonda y tenia la forma del queso. Eso que seguias apretando hasta que todo el suero se había desprendido del todo y ya tenias el QUESO. Se dejaba toda la noche en la arcella con una piedra encima. Y al día siguiente las manos de mi madre cogian el queso le ponia una capa de sal y a la cocina vieja a que acabase de orear...

Hola Las Matas,
Que recuerdos, yo solia madrugar para comer un plato de cuajadas, antes de que lo empezara a hacer,
Lo de ordeñar nunca me gusto y cada vez que lo intentaba, jaajajaj me hechaban por torpe,
Tu ya veo que eras buena,
Yo recuerdo que el queso primero lo ponian en salmuera, osea agua y sal, pero no me hagas caso hace tantos,

Las cuajadas, a mi me gustaban regulín.
Pero el requesón, eso sí era rico.
Una vez que teniamos el queso en la ancella, con el suero haciamos el requesón. Se ponia en la chapa y según iba cogiendo calor, iba saliendo una fina capa blanca. Se retiraba y se ponia en un plato, así hasta que del suero ya no salia nada más, ya se le habia estrujado en demasia.
Quién no ha probado el requesón con azucar, eso era un manjar.
Hasta del suero se sacaba un beneficio.
Yo cuando me levantaba tarde, alla en el verano, si la leche de vaca se había acabado me tocaba desayunar suero, con pan y azucar. No me gustaba mucho, pero al hambre no hay pan duro.
Eso me pasaba porque me gustaba demasiado la cama... jajaja
Así me iba espabilando...