Hola, Las Matas, cuando yo decía que valías para cronista del pueblo es que lo veía venir de lejos. Con esos relatos, un día lejano sabrán tus nietos lo que antaño era trabajar en el campo y se sentirán orgullosos de haber tenido una abuela que se las sabe todas. No te quepa la menor duda de que con eso aprenderán a amar la tierra de sus mayores y a respetar la naturaleza y todo lo que ésta nos ofrece, ya hoy tan olvidada y tan ninguneada por los cosmopolitas de las grandes ciudades.
Pero he notado una cosa: las labores del campo que tú viviste se apoyaban ya mucho más en la industria que en mi tiempo daba los primeros pasos aún titubeantes. Tu padre iba ya a vender los corderos con el coche, la labranza comenzaba a hacerse con el tractor (¡!). En Bustillo no hacían falta coches porque, en primer lugar, no había carretera, sólo caminos con muchas charcos. Un tractor, como decía en mi intervención anterior, hubiera parecido un artilugio llegado de Marte, y así varias otras cosas.
Y respecto de la terminología, voy anotando palabras que yo nunca oí, por ejemplo lo de la jolpa, lo de ariscar las patatas... Es cierto que no lo pone el diccionario, pero tampoco pone otras palabras que yo oí a mis abuelos (lo del pistorejazo, lo de ondrón... y otros).
¿Y la jolpa? Resulta que la jolpa tú la ves como la "tatarabuela" de la moderna cosechadora y yo la veía como el último grito de la industria en su avance en favor del campo.
Por lo que atañe a las patatas, es muy bonito lo que nos decies de su cultivo. Muchos de los foreros quizá sepan con detalle lo que les cuentas, pero muchos otros no tienen ni idea de cómo llega hasta nosotros ese preciado tubérculo que tanta hambre ha quitado en los dos últimos siglos y cuyo aprecio conserva hoy en día. Sí, porque la fécula es muy nutritiva; recuerda la canción de La Trinca cuando dice que el hombre viene de la patata..., y tan apreciada es que, cuando te mueres, el cura te dice también: in fécula feculorum, amén (hasta bien entrada la Edad Moderna, la s se escribía como la actual f, pero sin en trazo central).
En fin, se notan los años del siglo pasado que yo viví antes de que tú nacieras.
Por lo demás, sigue haciéndonos esos comentarios que un día te agradecerán tus nietos. Yo tomaré nota y lo cotejaré con mis recuerdos que un día colgaré aquí tal como los viví.
De momento mi ordenador quedará mudo, ciego y sordo hasta el día 15 de abril, porque pasaré la semana santa fuera de Barcelona y en la de Pascua iré de nuevo a visitar esos caminos que con tanto interés he descrito reiteradamente. No tendré la suerte de ver las olas del mar verde de Castilla porque eso es un poco prematuro: los verdes trigales aún estarán poco crecidos. Pero cuando vea esa enorme llanura verde, que aún ningún viento ondulará, pensaré que el mar verde de Castilla está en plena calma. Estoy seguro de que allí recordaré al Spinoza que veía a Dios en los amaneceres y al Saint Exupéry que le veía en las puestas de sol. Yo procuraré verlo en los trigales de Castilla. Y si un día, por casualidad, veo un Barreiros en lontananza, iré a saludarlo, porque si santa Teresa veía a Dios entre los pucheros, no tiene por qué no estar cerca de las ruedas de un Barreiros. Saludos a Victoria y a todos los foreros que se interesan por estos temas. Chindasvinto
Pero he notado una cosa: las labores del campo que tú viviste se apoyaban ya mucho más en la industria que en mi tiempo daba los primeros pasos aún titubeantes. Tu padre iba ya a vender los corderos con el coche, la labranza comenzaba a hacerse con el tractor (¡!). En Bustillo no hacían falta coches porque, en primer lugar, no había carretera, sólo caminos con muchas charcos. Un tractor, como decía en mi intervención anterior, hubiera parecido un artilugio llegado de Marte, y así varias otras cosas.
Y respecto de la terminología, voy anotando palabras que yo nunca oí, por ejemplo lo de la jolpa, lo de ariscar las patatas... Es cierto que no lo pone el diccionario, pero tampoco pone otras palabras que yo oí a mis abuelos (lo del pistorejazo, lo de ondrón... y otros).
¿Y la jolpa? Resulta que la jolpa tú la ves como la "tatarabuela" de la moderna cosechadora y yo la veía como el último grito de la industria en su avance en favor del campo.
Por lo que atañe a las patatas, es muy bonito lo que nos decies de su cultivo. Muchos de los foreros quizá sepan con detalle lo que les cuentas, pero muchos otros no tienen ni idea de cómo llega hasta nosotros ese preciado tubérculo que tanta hambre ha quitado en los dos últimos siglos y cuyo aprecio conserva hoy en día. Sí, porque la fécula es muy nutritiva; recuerda la canción de La Trinca cuando dice que el hombre viene de la patata..., y tan apreciada es que, cuando te mueres, el cura te dice también: in fécula feculorum, amén (hasta bien entrada la Edad Moderna, la s se escribía como la actual f, pero sin en trazo central).
En fin, se notan los años del siglo pasado que yo viví antes de que tú nacieras.
Por lo demás, sigue haciéndonos esos comentarios que un día te agradecerán tus nietos. Yo tomaré nota y lo cotejaré con mis recuerdos que un día colgaré aquí tal como los viví.
De momento mi ordenador quedará mudo, ciego y sordo hasta el día 15 de abril, porque pasaré la semana santa fuera de Barcelona y en la de Pascua iré de nuevo a visitar esos caminos que con tanto interés he descrito reiteradamente. No tendré la suerte de ver las olas del mar verde de Castilla porque eso es un poco prematuro: los verdes trigales aún estarán poco crecidos. Pero cuando vea esa enorme llanura verde, que aún ningún viento ondulará, pensaré que el mar verde de Castilla está en plena calma. Estoy seguro de que allí recordaré al Spinoza que veía a Dios en los amaneceres y al Saint Exupéry que le veía en las puestas de sol. Yo procuraré verlo en los trigales de Castilla. Y si un día, por casualidad, veo un Barreiros en lontananza, iré a saludarlo, porque si santa Teresa veía a Dios entre los pucheros, no tiene por qué no estar cerca de las ruedas de un Barreiros. Saludos a Victoria y a todos los foreros que se interesan por estos temas. Chindasvinto