Pila bautismal en la que se bautizaron durante siglos los nacidos en
Caleruega y
Santo Domingo de Guzmán en 1170. También reyes e infantes, desde Felipe IV a Felipe VI. Las últimas Leonor y Sofía de Borbón
La joya, una pieza
románica de
piedra blanca sin bruñir guarnecida en plata del siglo XII, fue trasladada, en 1605, por orden de Felipe III, al
convento de los dominicos de
San Pablo de
Valladolid. En este lugar recibió el bautismo su hijo, el que en 1605 llegará al trono de
España con el nombre de Felipe IV, y que fue el primer niño bautizado en esta pila. En 1927, por privilegio especial, la pila se trasladó a la
capilla del
Palacio Real para
bautizar a la actual Duquesa de Alba, que fue apadrinada por Alfonso XIII y su esposa Victoria Eugenia. Más tarde se instaló en la
iglesia del convento de las madres dominicas, cercano al palacio Real, donde permanece en la actualidad y que se puede visitar.
Presente, desde hace siglos, por lo tanto, en la
historia de la monarquía española, esta reliquia
santa no ha faltado a ninguno de los
bautizos de los Príncipes de
Asturias e infantes, y en ella se han bautizado a casi todos los Reyes de España, como Carlos II, Luis I, Fernando VI, Carlos III, Fernando VII, Isabel II y Alfonso XII. Un
bautizo insólito fue el del rey Alfonso XIII, que recibió este sacramento siendo ya Rey de España. En el último siglo, a excepción de los nacidos en el exilio, todos sus hijos: don Jaime, doña Beatriz y don Juan; el conde de
Barcelona y los hijos del rey Juan Carlos: la infanta Elena, la infanta Cristina y el príncipe Felipe han recibido las
aguas bautismales en esta pila.