Ya desaparecida, estaba en la legua 50 del
Camino Real de
Madrid a
Francia, ahora N-1. Su ubicación era pasado el actual Km. 284, una vez remontada la cuesta de Parapa.
En cada legua del camino (5.572 metros.) había una casilla donde vivía un peón caminero que se encargaba del cuidado de dicha legua del camino. Con un capazo y una azadilla rellenaba los baches y zanjas que los carruajes, vehículos e inclemencias del tiempo producián en el camino.