Para hacer un paso inferior sin interrumpir la circulación de los
trenes se usa la técnica del cajón hincado.
Se trata de hacer un cajón de hormigón a un lado de la
vía, con forma de cuchillas en un extremo y posteriormente con potentes gatos hidraúlicos y muy despacito este se hinca literalmente bajo la vía, mientras una excavadora vacía de tierra el interior del cajón, aligerando con ello la enorme presión del cajón en su desplazamiento.