Aqui esta el
campanario. Anda que no hemos metido horas y horas sentados arriba entre las
campanas jugando a las cartas, con las carabinas los chicos a ver cuantos tordos mataban desde arriba porque en
verano venian al moral que se encuentra en la entrada y se ponian ciegos a
comer moras. Y claro o para ellos o para nosotros.