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Vista parcial del pueblo y la carretera que lo cruza, CASTRILLO DE LA REINA

Castrillo de la Reina es un municipio y localidad serrana, situada en el sureste de la provincia de Burgos, junto a la antigua vía del ferrocarril “Santander-Mediterráneo”, cerca ya de la muga con la provincia de Soria, en la Mancomunidad "Alta Sierra de Pinares", en plena Sierra de la Demanda.
Tenía jurisdicción de señorío perteneciente al duque de Frías, y en la documentación del monasterio de Santo Domingo de Silos encontramos su hombre escrito por primera vez en el año de 1126 como “ex parte Castriello”.
Sobre un asentamiento medieval se levantó la villa de Castrillo. Quedan restos de diferentes necrópolis de la época altomedieval en el alto de la Muela, junto a la ermita de Santa Ana.
Castrillo de la Reina esta dividido en cuatro barrios: El Corralejo, El Losar, Barrio del Umbriazo y La Solana.
El arroyo Rana, atraviesa parte del casco urbano y el río Ciruelos pasa por el municipio.
Este pueblo cuenta con un importante patrimonio cultural e histórico, que va desde edificaciones religiosas como la Iglesia de San Esteban a la Ermita de Santa Ana, hasta importantes necrópolis de la Alta Edad Media como las Covachas de las Monjas, Hornillos y Aguamediano.
Destacar la iglesia de San Esteban, templo de estilo gótico–renacentista, de tres naves y cabecera, la portada es gótica-florida, aunque con arco de medio punto, con gabletes, cardiñas y fina decoración, bajo un gran arco, también de medio punto, que hace de pórtico y la torre es cuadrada, esbelta, de dos cuerpos, con ocho huecos tapiados y otros ocho con dos campanas y dos campanillos.
Su población se dedicada a la agricultura y ganadería en su origen y principalmente la población activa trabaja en industrias de las localidades cercanas.
Castrillo forma parte de la Hermandad de Villas "Junta de Ledanías", terrenos comuneros que son compartidos en propiedad, y que tienen ciertos aprovechamientos exclusivos de los vecinos de cada villa.
Goza Castrillo de una fuerte pasión por el teatro, y prueba de ello es la representación que desde hace años gran parte el pueblo hace de la historia de los Siete Infantes de Lara.