Ha sido recuperado el último tapiz de los seis tejidos por un discípulo de Rubens que, en 1980, fueron robados en
Castrojeriz por Erik El Belga, uno de los mayores saqueadores de
arte sacro.
El expolio puso en marcha a la mismísima Interpol, que localizó algunos de tapices robados ese mismo año: tres en
Francia y otro más en
Bélgica. Los otros dos fueron hallados en
Barcelona un par de años después. Aquellas piezas fueron devueltas a falta del remate inferior de uno de ellos, que representaba la «Apoteosis de las Artes Liberales». La investigación policial iniciada hace 40 años ha concluido con la entrega al de esa parte del tapiz, un angelote que engalanaba su orla inferior izquierda, por quien fuera
abogado de Erik el Belga.