"El origen de Castrojeriz es incierto. Por diversos autores ha sido identificado como Sisaraca de los Murgobos, Ambisna, Segisama Julia o Castrum Caesaris, ciudades antiguas indígenas o ya romanas. Aparece documentada por primera vez en el Cronicón Albeldense, en él se la nombra como Castrum Sigerici, y en documentos posteriores evoluciona a Castro Xeriz, Castro Sorit, Castro Surit, y Castra Sorecia, del Códice Calíxtino, guía para peregrinos del siglo XII. Lo que es seguro es que Castrojeriz tiene su origen en lo alto del cerro, sobre el que se asienta el Castillo.
Lo que no es discutible, sin embargo, es su belleza, su valor artístico y su ubicación en el Camino de Santiago. Para los peregrinos que llegan a la villa, la primera gran sorpresa la constituye el convento de San Antón, situado a 2,5 kilómetros de Castrojeriz; es uno de los hitos más importantes de todo el Camino. Pero además, merecen ser visitados otros monumentos, como el monasterio de Santa Clara, el Castillo, la colegiata de Nuestra Señora del Manzano, la iglesia Santo Domingo, el Palacio Condes de Castro, los arcos del Monasterio San Francisco, la Plaza Mayor y Ayuntamiento o la iglesia de San Juan.
Castrojeriz cuenta con el Museo de Arte Sacro, ubicado en Santa María del Manzano, en el que destacan los tapices flamencos, pertenecientes a una colección formada por ocho tapices dedicados a las artes liberales. Fueron realizados en talleres de Brujas sobre cartones del pintor Corneille Schutz, discípulo de Pedro Pablo Rubens, hacia 1654. Especial interés tiene la talla de la Virgen del Manzano, del s. XIII; el retablo Mengs, con el cuadro de La Anunciación; la talle del descendimiento; el retablo de Juan de Villareal y la pintura flamenca de la Virgen de las Cerezas.
Por otra parte, en el Museo de Arte Etnográfico de la villa se pueden ver diferentes útiles y aperos de labranza". Tomado del Diario de Burgos 19/02/2010
Lo que no es discutible, sin embargo, es su belleza, su valor artístico y su ubicación en el Camino de Santiago. Para los peregrinos que llegan a la villa, la primera gran sorpresa la constituye el convento de San Antón, situado a 2,5 kilómetros de Castrojeriz; es uno de los hitos más importantes de todo el Camino. Pero además, merecen ser visitados otros monumentos, como el monasterio de Santa Clara, el Castillo, la colegiata de Nuestra Señora del Manzano, la iglesia Santo Domingo, el Palacio Condes de Castro, los arcos del Monasterio San Francisco, la Plaza Mayor y Ayuntamiento o la iglesia de San Juan.
Castrojeriz cuenta con el Museo de Arte Sacro, ubicado en Santa María del Manzano, en el que destacan los tapices flamencos, pertenecientes a una colección formada por ocho tapices dedicados a las artes liberales. Fueron realizados en talleres de Brujas sobre cartones del pintor Corneille Schutz, discípulo de Pedro Pablo Rubens, hacia 1654. Especial interés tiene la talla de la Virgen del Manzano, del s. XIII; el retablo Mengs, con el cuadro de La Anunciación; la talle del descendimiento; el retablo de Juan de Villareal y la pintura flamenca de la Virgen de las Cerezas.
Por otra parte, en el Museo de Arte Etnográfico de la villa se pueden ver diferentes útiles y aperos de labranza". Tomado del Diario de Burgos 19/02/2010