La tradición cuenta que en 1506 pasó una noche en esta fortaleza, en concreto en la llamada habitación de las Rejas, la reina Juana I de Castilla, durante el trágico itinerario fúnebre, acompañando el cadáver de su esposo Felipe el Hermoso.
Levantada en el s XV, perteneció a los Rojas y a los condes de Altamira. Se alza en el centro de la localidad y consta de una torre de planta irregular y de una cerca poligonal reforzada con cubos que no presentan almenas. En su interior se localiza un patio central con pilastras