Este
castillo de cantos rodados del
río Nela tiene mucho mérito, En el año 1978 con cuarenta años, Valentín
Villarán empezó su construcción en vacaciones y fines de semana. No pudo ver culminado su sueño, murió en 1998 cuando solo le faltaba de rematar una almena. Consta de 5 plantas y en
verano en su planta baja se habilita un
bar, para descanso de los visitantes.