A MI PUEBLO, EN LA WEB
Navegando por la Red
cual si fuera en un velero,
he llegado a Cebolleros,
siquiera por una vez.
Colgado queda en la Web,
porque yo pueda viajar
a la tierra que es mi hogar,
sin rodar por carretera,
sino de esta otra manera
que, veloz, me ha de llevar.
Ya no preciso papel
para escribir de mi puño
algo sobre mi terruño,
como si aún fuera el ayer
cuando no había Internet.
El paso del fiel cartero
a cuestas con el correo,
hoy lo da el ordenador,
de la Red dueño y señor,
que es un raudo mensajero.
Pues se me ofrece escribir,
pulsaré un rato el teclado
que tengo dispuesto a mano,
para orgulloso decir
que yo siento revivir,
dentro de mi pensamiento,
un hecho, vivo en el tiempo,
que en este valle se gesta
y la historia nos presenta
cual grande acontecimiento.
Es mi empeño reseñar
que nuestra Vieja Castilla
nació aquí de una semilla
que la Tesla vio brotar;
y, por añadir verdad,
el Nela temprano oyó
balbucir el español,
cuando recios castellanos
recorrían sus ribazos
al amanecer del sol.
< J. Luis Martínez González
Navegando por la Red
cual si fuera en un velero,
he llegado a Cebolleros,
siquiera por una vez.
Colgado queda en la Web,
porque yo pueda viajar
a la tierra que es mi hogar,
sin rodar por carretera,
sino de esta otra manera
que, veloz, me ha de llevar.
Ya no preciso papel
para escribir de mi puño
algo sobre mi terruño,
como si aún fuera el ayer
cuando no había Internet.
El paso del fiel cartero
a cuestas con el correo,
hoy lo da el ordenador,
de la Red dueño y señor,
que es un raudo mensajero.
Pues se me ofrece escribir,
pulsaré un rato el teclado
que tengo dispuesto a mano,
para orgulloso decir
que yo siento revivir,
dentro de mi pensamiento,
un hecho, vivo en el tiempo,
que en este valle se gesta
y la historia nos presenta
cual grande acontecimiento.
Es mi empeño reseñar
que nuestra Vieja Castilla
nació aquí de una semilla
que la Tesla vio brotar;
y, por añadir verdad,
el Nela temprano oyó
balbucir el español,
cuando recios castellanos
recorrían sus ribazos
al amanecer del sol.
< J. Luis Martínez González