Ahondemos algo más -ya lo hemos hecho- sobre la deseada supresión de las Diputaciones: intentemos no dejarnos llevar por nuestras propias ideas, por exquisitas que sean. Veamos lo que dice el pueblo de Castilla y León (ver Tabla 18, p. 253 de FERNÁNDEZ MANJÓN, Desiderio. La identidad humana y los territorios. El caso de Castilla y León. Madrid, Visión Libros, 2010): de las siguientes instituciones por las que se pregunta a una importante muestra en un estudio científico de SYNOVATE de 2009 (diputación, ayuntamiento, gob. autonómico y gob. estatal) en casi todas las provincias, y en particular en Ávila y Segovia -como ya era sobradamente conocido- e incluso en Burgos, las diputaciones provinciales son las mejor valoradas.
Estos datos muestran muchas cosas y por no alargarme indico que el voluntarismo no es el mejor consejero; por lo tanto, sería necesaria una formidable labor pedagógica para que la gente fuese asumiendo la desaparición de estas Diputaciones. Que hay que hacerlo, seguro. ¿Cómo?. En Segovia, de nuevo, hay alguna voz secesionista; y ya sabemos la "tabarra" que dieron en 1982 con el Ayuntamiento de Cuéllar a la cabeza; tuvo que "poner firmes" a los caciques de esas viejas tierras el mismísimo Tribunal Constitucional. Pero, los caciques aún continúan por ahí y ahora les cubre una gaviota. Y esta gente tiene mucho peligro.
Personalmente entiendo que tiene que ser el gobierno autónomo, en connivencia con el gobierno estatal -no perdamos de vista el irredentismo mencionado que si antaño lo fomentó la UCD y el CDS, hoy lo alienta su sucesor el PP-, el que vaya aorillando el tema.
Pero es importante ir dando pasos. Como esto posiblemente lo leamos tres o cuatro ya es esperanzador. Busquemos el efecto multiplicador.
Estos datos muestran muchas cosas y por no alargarme indico que el voluntarismo no es el mejor consejero; por lo tanto, sería necesaria una formidable labor pedagógica para que la gente fuese asumiendo la desaparición de estas Diputaciones. Que hay que hacerlo, seguro. ¿Cómo?. En Segovia, de nuevo, hay alguna voz secesionista; y ya sabemos la "tabarra" que dieron en 1982 con el Ayuntamiento de Cuéllar a la cabeza; tuvo que "poner firmes" a los caciques de esas viejas tierras el mismísimo Tribunal Constitucional. Pero, los caciques aún continúan por ahí y ahora les cubre una gaviota. Y esta gente tiene mucho peligro.
Personalmente entiendo que tiene que ser el gobierno autónomo, en connivencia con el gobierno estatal -no perdamos de vista el irredentismo mencionado que si antaño lo fomentó la UCD y el CDS, hoy lo alienta su sucesor el PP-, el que vaya aorillando el tema.
Pero es importante ir dando pasos. Como esto posiblemente lo leamos tres o cuatro ya es esperanzador. Busquemos el efecto multiplicador.