Algo más sobre Ceniceros del Fueron: Soy hijo horiundo de Ceniceros' el último González que nació en ese precioso pueblo el 18-1-1938.
este apellido González es muy antiguo en la localidad y muy frecuente' por lo que puede considerarse autóctono.
s
Su importancia está avalada por la construcción de una gran casa solariega con su escudo de armas y blasones, con su arco medieval, fue en la que yo nací.
Mi apellido prolífero en la zona como el que más, tengo datos desde 1550 aproximadamente.
La rama ya estaba en 1579 con el regidor del lugar Juan González, su bisnieto José González Ruiz ya habitó la casa solariega que antes citábamos, al parecer construida por él con su escudo de armas. Fue en la que yo nací y toda mi estirpe hasta mis días, siendo el último yo mismo.
Como soy de esa rama heredero directo he indagado con mucho esfuerzo y pocos medios para hacer mi árbol genealógico, alcanzando cinco generaciones, todas en Ceniceros y San Andrés.
Sigo con lo que yo he vivido en ese pueblo, como es obvio, la fecha en la que yo nací estábamos en plena guerra civil española, año 1938. Mi padre fue movilizado y llevado al frente, mi madre, al quedarse sola con tres hijos y toda la responsabilidad de la casa tomo la decisión de trasladarse a San Andrés de Montearados donde estaba su familia paterna y desde allí como pueblo cercano íbamos a trabajar hacer las labores del campo durante 30 años, cuando comenzó la emigración rural y nos trasladamos a Vizcaya.
Por todo esto tengo suficiente conocimiento de lo que en dicho pueblo quedaba y había, en principio quedaron dos familias viviendo en Ceniceros, vivían de la agricultura y la ganadería.
Yo todavía siendo emigrante no dejo de ir todos los años repetidas veces y durante periodos largos a Ceniceros y a sus lugares que les llevo en el corazón, ya me acompaña mi nieto Mario, el pueblo sigue siendo maravilloso, bien situado, muy soleado, surcado por el río Fueron que desde la casa en la que nací tenemos unas vistas inmejorables. Con sus hoces y sus acantilados y su frondosa generación y fauna, buitres, águilas, zorros, jabalíes, lobos, perdices, liebres, etc.. Los últimos habitantes emigraron hacia 1969.
Hay una fuente al lado del río llamarla la Pisa para visitar por su importancia, en la antigüedad allí hubo un batán para pisar la lana de las ovejas, entonces una riqueza, para luego venderla. Ahora la llaman mal llamada la Fuentona, porque en toda la historia fue llamada la Pisa. Desearía que fuera llamada por su nombre de siempre y godos los habitantes de la zona la llamamos así (La Pisa)
este apellido González es muy antiguo en la localidad y muy frecuente' por lo que puede considerarse autóctono.
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Su importancia está avalada por la construcción de una gran casa solariega con su escudo de armas y blasones, con su arco medieval, fue en la que yo nací.
Mi apellido prolífero en la zona como el que más, tengo datos desde 1550 aproximadamente.
La rama ya estaba en 1579 con el regidor del lugar Juan González, su bisnieto José González Ruiz ya habitó la casa solariega que antes citábamos, al parecer construida por él con su escudo de armas. Fue en la que yo nací y toda mi estirpe hasta mis días, siendo el último yo mismo.
Como soy de esa rama heredero directo he indagado con mucho esfuerzo y pocos medios para hacer mi árbol genealógico, alcanzando cinco generaciones, todas en Ceniceros y San Andrés.
Sigo con lo que yo he vivido en ese pueblo, como es obvio, la fecha en la que yo nací estábamos en plena guerra civil española, año 1938. Mi padre fue movilizado y llevado al frente, mi madre, al quedarse sola con tres hijos y toda la responsabilidad de la casa tomo la decisión de trasladarse a San Andrés de Montearados donde estaba su familia paterna y desde allí como pueblo cercano íbamos a trabajar hacer las labores del campo durante 30 años, cuando comenzó la emigración rural y nos trasladamos a Vizcaya.
Por todo esto tengo suficiente conocimiento de lo que en dicho pueblo quedaba y había, en principio quedaron dos familias viviendo en Ceniceros, vivían de la agricultura y la ganadería.
Yo todavía siendo emigrante no dejo de ir todos los años repetidas veces y durante periodos largos a Ceniceros y a sus lugares que les llevo en el corazón, ya me acompaña mi nieto Mario, el pueblo sigue siendo maravilloso, bien situado, muy soleado, surcado por el río Fueron que desde la casa en la que nací tenemos unas vistas inmejorables. Con sus hoces y sus acantilados y su frondosa generación y fauna, buitres, águilas, zorros, jabalíes, lobos, perdices, liebres, etc.. Los últimos habitantes emigraron hacia 1969.
Hay una fuente al lado del río llamarla la Pisa para visitar por su importancia, en la antigüedad allí hubo un batán para pisar la lana de las ovejas, entonces una riqueza, para luego venderla. Ahora la llaman mal llamada la Fuentona, porque en toda la historia fue llamada la Pisa. Desearía que fuera llamada por su nombre de siempre y godos los habitantes de la zona la llamamos así (La Pisa)