En el siglo XII se tallaron dos imágenes gemelas de la
Virgen de Covadonga que acabaron una en
Cillaperlata y otra en el
Monasterio de Covadonga en
Asturias. Pero en el año 1777 un devastador incendio destruyó por completo el interior de la
Santa Cueva Asturiana y la talla de la Virgen de Covadonga se quemó, desapareciendo para siempre. A partir de esa fecha la única talla original de la Virgen de Covadonga que queda es la que se encuentra en la
parroquia de Cillaperlata
por Pedro Lozano
Huerta