La
iglesia, dedicada a
San Sebastián, mártir, es renacentista, de planta de
salón, ampulosa, de tres naves con 350 m² y 10 de altura, con
columnas cilíndricas,
bóvedas de crucería y medallones historiados, conservando partes góticas.
El
ábside es poligonal con
ventanales y contrafuertes. La
portada es
gótica con tres arquivoltas y guardapolvos y remate en grumo de cardiñas,
hornacina con San Sebastián y
frontón clasicista. Y la
torre es cuadrada, con ocho huecos, dos
campanas y dos campanillos, rematada en bolas y otra pequeña
espadaña con otro campanillo. Tiene, junto a la
puerta, unos
arcos apuntados cegados.
La
pila es
románica, con arcos (y la del
agua bendita es del siglo XVI), y el
retablo mayor no existe; sólo un Crucificado y un San Sebastián. En otro hay una
Virgen de pie con Niño del siglo XVI. Buen conjunto de iglesia.
Sus libros parroquiales comienzan en 1638.
A la entrada del
pueblo hay una
ermita dedicada a la Virgen del Carmen.