Hoy es el día de los Santos Inocentes: Buscando cosas de Congosto, me encuentro con esto.
"UN PANTANO PARA EL ODRA
Publicado en Diario 16 Burgos, el 23 de diciembre de 1995
Antes de nada, una notable curiosidad: Odra es como se llama en checo y polaco el río Oder.
Además de los problemas comunes a todos los ríos provinciales –léase oscilaciones de caudal importantes, mala depuración de residuales, cauces cegados, desaparición de especies piscícolas y de la vegetación de ribera, etc.-, el río Odra tiene otros dos elementos perturbadores que le singularizan y que, de alguna manera, afectan a toda su cuenca: el proyectado pantano del valle de Valdehumada y el hipotético cementerio de residuos nucleares de Villasandino. Los dos temas, de rabiosa actualidad, por una y otra causa tienen soliviantados a los habitantes de su área de influencia.
Sobre el pantano hay que decir que no es una idea nueva, ya que el proyecto se remota a 1928. Es más, ya en 1935 se trabajaba en su construcción, y sólo la Guerra Incivil impidió que las obras fueran terminadas. Como testigo de aquellos primeros trabajos quedan en la garganta de Congosto, en el lugar conocido como Piscárdanos, que es donde se proyecta ahora la presa, una caseta de cemento con aparatos de medición al borde del río, una regla-nivel metálica junto a ella y una pequeña presa para facilitar la lectura de los niveles.
Para el control de este punto de observación fluvial y meteorológico, la Confederación Hidrográfica del Duero ha tenido encargada a una persona desde el final de la guerra. En un principio, fue Julio Arroyo, un vecino de Humada, pero al marchar éste a Burgos, quedó al cargo de la estación Agustín Barriuso, vecino del mismo pueblo, que es quien todavía toma las anotaciones pertinentes, aunque ahora desde su casa. Cuenta Agustín que “al principio bajaba andando hasta la presa dos veces por semana para ver los niveles, pero luego sólo una vez. Tenía que anotar el estado de las aguas del río, si bajaban turbias o no: el estado de la atmósfera, si era nublado o despejado; y también la velocidad y altura del agua. La máxima altura que se ha llegado a alcanzar ha sido 2, 10 metros”.
"UN PANTANO PARA EL ODRA
Publicado en Diario 16 Burgos, el 23 de diciembre de 1995
Antes de nada, una notable curiosidad: Odra es como se llama en checo y polaco el río Oder.
Además de los problemas comunes a todos los ríos provinciales –léase oscilaciones de caudal importantes, mala depuración de residuales, cauces cegados, desaparición de especies piscícolas y de la vegetación de ribera, etc.-, el río Odra tiene otros dos elementos perturbadores que le singularizan y que, de alguna manera, afectan a toda su cuenca: el proyectado pantano del valle de Valdehumada y el hipotético cementerio de residuos nucleares de Villasandino. Los dos temas, de rabiosa actualidad, por una y otra causa tienen soliviantados a los habitantes de su área de influencia.
Sobre el pantano hay que decir que no es una idea nueva, ya que el proyecto se remota a 1928. Es más, ya en 1935 se trabajaba en su construcción, y sólo la Guerra Incivil impidió que las obras fueran terminadas. Como testigo de aquellos primeros trabajos quedan en la garganta de Congosto, en el lugar conocido como Piscárdanos, que es donde se proyecta ahora la presa, una caseta de cemento con aparatos de medición al borde del río, una regla-nivel metálica junto a ella y una pequeña presa para facilitar la lectura de los niveles.
Para el control de este punto de observación fluvial y meteorológico, la Confederación Hidrográfica del Duero ha tenido encargada a una persona desde el final de la guerra. En un principio, fue Julio Arroyo, un vecino de Humada, pero al marchar éste a Burgos, quedó al cargo de la estación Agustín Barriuso, vecino del mismo pueblo, que es quien todavía toma las anotaciones pertinentes, aunque ahora desde su casa. Cuenta Agustín que “al principio bajaba andando hasta la presa dos veces por semana para ver los niveles, pero luego sólo una vez. Tenía que anotar el estado de las aguas del río, si bajaban turbias o no: el estado de la atmósfera, si era nublado o despejado; y también la velocidad y altura del agua. La máxima altura que se ha llegado a alcanzar ha sido 2, 10 metros”.