UN GRUPO DE VOLUNTARIOS RECUPERA LA IGLESIA DE CONGOSTO
En tres semanas han limpiado la entrada del templo, han colocado un suelo en el campanario y han protegido las pinturas de la sacristía.
El Correo de Burgos – 07/11/2011
La iglesia de Congosto quedó abandonada hace ya 30 años como lugar de culto, pero sigue siendo el último signo común de valor histórico que queda en pie en este pequeño pueblo situado al noroeste de la provincia de Burgos y en el que conviven a diario tan solo cuatro lugareños.
En la primavera de este año, el tejado del campanario y la bóveda del coro se vinieron abajo debido al deterioro que viene dándose durante varias décadas. Los habitantes y los forasteros que se acercan por la zona los fines de semana pensaron que era imposible recuperar el templo. Por aquel entonces, Alfredo, persona totalmente ajena al pueblo, presentó algún que otro proyecto para solicitar alguna ayuda, pero no obtuvo respuesta. Afirma que desde siempre ha sentido una gran curiosidad e inquietud por hacer algo en la iglesia, algo que parecía totalmente imposible de llevar a cabo.
En el primer fin de semana de octubre, además de los cuatro habitantes de Congosto, se encontraban allí otras cuatro personas que lo visitan asiduamente y se animaron a realizar un cambio en el templo. En las siguientes semanas y de manera espontánea se unieron diversos voluntarios para intentar arreglar algunos de los desperfectos existentes. El alcalde de Congosto, Heliodoro Ruiz, afirma que en estos momentos están buscando alguna ayuda económica para poder rehabilitar la iglesia por completo.
En tres semanas se ha conseguido, con el trabajo de todos aquellos que han querido adherirse a la causa, limpiar la entrada de la iglesia, colocar un suelo en el campanario y proteger las pinturas antiguas que estaban apareciendo en las paredes de la sacristía.
En tres semanas han limpiado la entrada del templo, han colocado un suelo en el campanario y han protegido las pinturas de la sacristía.
El Correo de Burgos – 07/11/2011
La iglesia de Congosto quedó abandonada hace ya 30 años como lugar de culto, pero sigue siendo el último signo común de valor histórico que queda en pie en este pequeño pueblo situado al noroeste de la provincia de Burgos y en el que conviven a diario tan solo cuatro lugareños.
En la primavera de este año, el tejado del campanario y la bóveda del coro se vinieron abajo debido al deterioro que viene dándose durante varias décadas. Los habitantes y los forasteros que se acercan por la zona los fines de semana pensaron que era imposible recuperar el templo. Por aquel entonces, Alfredo, persona totalmente ajena al pueblo, presentó algún que otro proyecto para solicitar alguna ayuda, pero no obtuvo respuesta. Afirma que desde siempre ha sentido una gran curiosidad e inquietud por hacer algo en la iglesia, algo que parecía totalmente imposible de llevar a cabo.
En el primer fin de semana de octubre, además de los cuatro habitantes de Congosto, se encontraban allí otras cuatro personas que lo visitan asiduamente y se animaron a realizar un cambio en el templo. En las siguientes semanas y de manera espontánea se unieron diversos voluntarios para intentar arreglar algunos de los desperfectos existentes. El alcalde de Congosto, Heliodoro Ruiz, afirma que en estos momentos están buscando alguna ayuda económica para poder rehabilitar la iglesia por completo.
En tres semanas se ha conseguido, con el trabajo de todos aquellos que han querido adherirse a la causa, limpiar la entrada de la iglesia, colocar un suelo en el campanario y proteger las pinturas antiguas que estaban apareciendo en las paredes de la sacristía.