En aquello del Cabo de Hornos (y consiguiente hazaña de Filipinas) nos echaron unas manos nuestros hermanos vascos y portugueses. Aprovecho para desear la pronta formación de la República Federal Ibérica como deseaba SARAMAGO y otros muchos más portugueses y españoles soñadores.
Pero sí, otras muchas cosas se debieron a nuestra valentía y a la iniciativa de algunos líderes locales.
Esa iniciativa que, como vemos, hoy en día hay que buscarla con un candil como cuando Diógenes el Cínico buscaba hombres en pleno día lleno de sol en Atgenas.
Pero sí, otras muchas cosas se debieron a nuestra valentía y a la iniciativa de algunos líderes locales.
Esa iniciativa que, como vemos, hoy en día hay que buscarla con un candil como cuando Diógenes el Cínico buscaba hombres en pleno día lleno de sol en Atgenas.