UN
ROMÁNICO MUY
ROMANO
Coruña del Conde, además de ser la heredera directa de la Clunia
romana y haber sido un disputado bastión altomedieval, conserva un rico y variado conjunto patrimonial en el que destaca la
ermita del
Santo Cristo que, con su primitivo
ábside cuadrado, es uno de los
edificios de mayor singularidad del románico burgalés.
Consta de una única y alargada nave en cuyo muro meridional se abre una resaltada
portada de sencillas y poco decoradas arquivoltas. Adosado a la cabecera de la nave se descubre el elemento con mayor singularidad e importancia artística del templo: su ábside de planta cuadrada.
De aspecto primitivo y difícil datación, algunos expertos se inclinan por asignarle una cronología a
caballo entre los siglos XI y XII. Para otros investigadores podría ser anterior y estar emparentado con las fases más tempranas del románico de la primitiva
catedral de
Burgos o de los
monasterios de
San Pedro de Arlanza y Santo Domingo de Silos. También hay quien cree que, aunque muy modificado, habría formado parte de una
iglesia prerrománica más antigua.
La decoración exterior del ábside —en su
fábrica se han reutilizado muchos materiales
romanos procedentes de Clunia— se organiza mediante una serie de
arcos ciegos, ligeramente peraltados, distribuidos en sus tres muros. Mientras que el muro oriental presenta tres arcadas con aristas boceladas que se apoyan en alargados
capiteles y altos fustes; los de las
fachadas laterales, sólo muestran dos arcos de aristas vivas y más simple decoración