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Interior de la ermita de San Olav, COVARRUBIAS

La capilla de San Olav es la primera ermita construida en España en el siglo XXI.

Destaca en su conjunto arquitectónico por su forma y los materiales que la componen. La capilla de San Olav resulta sorprendente tanto en su forma como en su contenido.

La capilla pretende dar a conocer la “figura” de san Olav en tres facetas de su vida: el vikingo, el Rey y el Santo.

El proyecto Capilla de San Olav es un proyecto que tiene como trasfondo una historia que ocurrió hace más de siete siglos en tierras de Castilla. Esta historia tiene como protagonista una princesa que viajó desde Noruega a España para contraer matrimonio con un Infante de Castilla llamado Felipe, hermano del monarca Alfonso X el Sabio. Un párrafo de la Saga del Rey Håkon Håkonsson cuenta que la Princesa Kristina de Noruega expresó, tras el compromiso de boda, el deseo de que se construyese una iglesia en honor al patrón de Noruega. El Infante Felipe de Castilla prometió cumplir su deseo. No obstante esto nunca se materializó.

La arquitectura y el diseño es muy moderno, imitando la forma de un drakkar vikingo elaborado sobre todo en madera y acero laminado que es de los que dejan sin habla a quien lo visita por su peculiaridad, al margen de que pueda gustar más o menos a cada uno y de lo curioso de la historia que tiene detrás.

En abril de 2002 la Fundación Princesa Kristina de Noruega en colaboración con el Ayuntamiento de Covarrubias, la Escuela de Arquitectura de Oslo y la Escuela de Arquitectura de Valladolid, y la Real Embajada de Noruega en España, convocó un concurso para el diseño de una capilla en honor de Olav el Santo en Covarrubias #Burgos

A la convocatoria, respondieron un total de 32 proyectos. El jurado, compuesto por renombrados arquitectos de ambos países, eligió entre los trabajos presentados el realizado por Pablo López Aguado y Jorge González Gallego, a quienes se adjudicó esta labor.

La doble función de capilla y espacio cultural que se pretendía, se ha solucionado de una manera útil en la que se ha tenido en cuenta el aprovechamiento del espacio. El edificio no sólo cumple la promesa realizada a la Princesa Kristina sino que incrementa el patrimonio de Covarrubias con una arquitectura de vanguardia y un atractivo turístico.

El edificio tiene un porche en madera donde sentarse cómodamente al sol en invierno y a la sombra en verano, como final de un paseo. Una gran puerta da acceso al espacio interior. El interior es en su totalidad de madera, incluidas las vigas de la estructura que forman parte del espacio. La luz ha sido estudiada al máximo.

Dentro, en un austero estilo noruego, el espacio de la Iglesia está en una penumbra en la que los reflejos del sol ayudarán a crear un ambiente tranquilo y recogido. Algunos muebles polivalentes, grandes espacios abiertos y luz que entra de forma intensa por los ventanales.

Al fondo destaca una gran torre campanario, que se pensaba en el proyecto haberla hecho accesible al público aunque de momento queda como una tarea sin finalizar, que remata la construcción de una ermita noruega dedicada a San Olav, totalmente sorprendente.