Los sugerentes y erguidos relieves calizos de la
Sierra de las Mamblas y el serpenteante discurrir del
río Arlanza enmarcan el singular perfil
medieval de
Covarrubias. Presidido por las siluetas del macizo
torreón de Fernán González y de la
colegiata gótica de
San Cosme y San Damián, el apretado
caserío de esta famosa villa evoca en cada
rincón un esplendoroso pasado que desde el principio estuvo unido al nacimiento del reino de Castilla. En Covarrubias, que guarda la memoria de la bella princesa Cristina de Noruega, termina el
camino español de San Olav.