A 5 Km. de la Villa de
Covarrubias, dirección Norte, en las faldas y al abrigaño del pico del “Castillejo”, está la
Ermita de Nuestra Señora de Mamblas, equivalente en su día al término “mamas”, por el prominente pico gemelo, aunque no tan pronunciado.
La primera mención que se conoce aparece en el siglo X en la donación que hace el Abad de Covarrubias, desde su
Monasterio de
San Cosme y San Damián, al Conde Fernán González y su mujer Aba de los términos desde el
sendero de “Mamblas” hasta completar el
valle que circunda el Castillejo. Fue, el 7 de Septiembre del año 972.
Por segunda vez, en el mismo siglo (24 de Noviembre del 978), en el documento de la creación del Infantado de Covarrubias, hecho por Garci Fernández en favor de su hija Urraca, con la expresión de “Mámbulas”.
Y por fin, en el momento de la repoblación de Covarrubias y una vez adquirido su Fuero en el año 1.148 gracias a la munificencia de Doña Sancha, hermana de Alfonso VII el Emperador y Abadesa en uno de los dos
monasterios existentes en la Villa por esas fechas, vuelve a aparecer el dato escrito en la redacción del mismo Fuero.
A partir de esa fecha, con las variantes propias de la siempre fluctuante
historia se mantiene, no solo en el papel, sino en la vida y el fervor de los
pueblos circundantes, acuciados por el incansable estímulo de los habitantes de Covarrubias que jamás consta dejasen de asistir y cuidar a su querida
Virgen de Mamblas y su señera Ermita.