el aventado o separar la mies de la paja una vez trillada era una labor común en los
pueblos cerealísticos. En principio se recurrió al viento que corria para ello y con medios muy manuales como este que vemos en el dibujo. Con posterioridad aparecieron las aventadoras, primero de tración manual, luego a motor y posteriormente la cosechadora que ahora tenemos.