quizá sea el córvido más bonito que tenemos, y lo tenemos todo el año ya que aguanta igual a los hielos como a las
nevadas. Su alimentación es muy variada y no hace escrúpulos, si se tercia, de saquear los
nidos de otras aves comiendo sus huevos o incluso sus polluelos. Es una ave muy comunicativa e imitadora de sonidos. También sabe avisar a otras aves cuando hay peligro inminente como cuando aparece el zorro.