LA CRISTIANA CAUTIVA
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Canción infantil
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En los montes más espesos
que tiene la Morería
había una mora lavando
al pie de una fuente fría.
Allí llegó un caballero
de tierras desconocidas.
-Buenos días, bella mora;
buenos días, mora linda;
deja beber al caballo
agua fresca y cristalina.
-No soy mora, caballero,
que soy cristiana cautiva;
me cautivaron los moros
siendo pequeña y niña.
- ¿Te quieres venir
conmigo a tierra mía?
-Y la ropa que yo lavo
¿donde me la dejaría?
-La de Holanda y la de hilo
en mi caballo vendrían;
y la que que menos valiese,
por el río abajo iría.
-Y mi honra caballero,
¿donde me la dejaría?
. En la punta de mi espada,
en mi corazón metida.
Al pasar por unos montes
la mora llora y suspira.
- ¿Por qué lloras, mora bella?
¿Por qué lloras, mora linda?
-Lloro porque en estos montes
mi padre a cazar venía
con mi hermano don Alejo
y yo en su compañía.
- ¡Oh, cielos, qué es lo que oigo,
Santa Virgen María! que pensé traer esposa
y traigo una hermana mía.
¡Asómense padre y madre
a ventana y celosías
que traigo aquí el consuelo
por quien lloran noche y día.
Popular.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
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Canción infantil
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En los montes más espesos
que tiene la Morería
había una mora lavando
al pie de una fuente fría.
Allí llegó un caballero
de tierras desconocidas.
-Buenos días, bella mora;
buenos días, mora linda;
deja beber al caballo
agua fresca y cristalina.
-No soy mora, caballero,
que soy cristiana cautiva;
me cautivaron los moros
siendo pequeña y niña.
- ¿Te quieres venir
conmigo a tierra mía?
-Y la ropa que yo lavo
¿donde me la dejaría?
-La de Holanda y la de hilo
en mi caballo vendrían;
y la que que menos valiese,
por el río abajo iría.
-Y mi honra caballero,
¿donde me la dejaría?
. En la punta de mi espada,
en mi corazón metida.
Al pasar por unos montes
la mora llora y suspira.
- ¿Por qué lloras, mora bella?
¿Por qué lloras, mora linda?
-Lloro porque en estos montes
mi padre a cazar venía
con mi hermano don Alejo
y yo en su compañía.
- ¡Oh, cielos, qué es lo que oigo,
Santa Virgen María! que pensé traer esposa
y traigo una hermana mía.
¡Asómense padre y madre
a ventana y celosías
que traigo aquí el consuelo
por quien lloran noche y día.
Popular.
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