La Palomera, CUEVA

Ojo Guareña es un complejo kárstico situado en España, formado por más de 110 km de galerías,​ declarado Monumento Natural por el gobierno de Castilla y León en el año 1996.​ Las cuevas se formaron en materiales carbonáticos del Coniaciense y se sitúan sobre un nivel de margas impermeables. Hasta el descubrimiento de nuevos kilómetros de galerías en el Sistema del Mortillano en el año 2009, se consideraba a Ojo Guareña como el segundo sistema kárstico más grande de la península ibérica.

Los hallazgos arqueológicos en la zona indican que los sistemas de cuevas fueron utilizados por el ser humano entre el Paleolítico medio y la Edad Media. También destaca la presencia en Ojo Guareña de más de 180 especies de invertebrados.

Existe un centro de interpretación del complejo kárstico en Quintanilla del Rebollar, a 6 km de la cueva.

El karst de Ojo Guareña está formado una red principal de galerías y cavidades, aunque no todas están conectadas, que ocupa una superficie de 18 km². Existen alrededor de 400 cavidades en Ojo Guareña. Con una red principal formada por catorce cuevas que se comunican entre sí en 6 pisos o alturas diferentes. Las más importantes son: cueva Covaneria, cueva Cornejo, las Diaclasas, sima de Dolencias, cueva y ermita de San Bernabé, sumidero del río Guareña, sima de los Huesos, cueva de Kaite, cueva Kubía, cueva de la Mina, cueva del Moro, cueva Palomera, sima Rizuelos, sima de Jaime, resurgencia el Torcón, resurgencia La Torcona, sumideros del Trema, último sumidero del Trema y sima Villallana.​ Los materiales calizos atravesados por el agua se depositaron hace 85 Ma, en el Coniaciense Medio-Superior, y poseen un espesor de 130 m.​ Las galerías y cavidades se disponen con direcciones N-S y E-W, a favor de fracturas presentes en los carbonatos.

El complejo kárstico se forma en la actualidad por la acción del los ríos Guareña y Trema y por el arroyo de Villamartín. Discurren por las galerías inferiores de la formación, si bien alcanzan galerías más altas con las crecidas, y retornan al exterior a través de las resurgencias del subálveo del Trema, Torquilla, Torcón y Torcona, situadas en un tramo más bajo del río Trema.​ El agua subterránea discurre a través de Ojo Guareña a una velocidad de 1,5-5 km/día, dependiendo de si la medida se realiza durante el estío o en épocas de avenidas. Esa agua subterránea alimenta un acuífero situado en la charnela (línea de máxima curvatura de un pliegue) del Sinclinal de La Mesa.

“Cueva Palomera” en una de las Cuevas más grandes de España, situada en el complejo kárstico de Ojo Guareña, que fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1970

La mejor forma de llegar es a través de la carretera comarcal BU-526, desde el pueblo de Espinosa de los Monteros en el Este o desde Soncillo en el Oeste de la provincia de Burgos. También se puede acceder desde el pueblo de Villarcayo a través de la carretera comarcal BU-562.

La Cueva y Rampa de Palomera y su continuación hasta el Museo de Cera y la Sala del Cacique, presencia de numerosos elementos de interés, reúnen suficientes características para su puesta en valor. Confluye además en ello la posibilidad de realizar varios recorridos de diferente duración y destinados a público diverso, en los que se pueden proteger convenientemente los valores geomorfológicos, hidrológicos, arqueológicos y biológicos de la cavidad.

La puesta en valor de este sector del complejo kárstico, teniendo en cuenta las figuras de protección existentes (Monumento Natural y Bien de Interés Cultural) y las propias características de la cavidad, se orienta a un turismo de naturaleza y cultura, con un cierto componente de turismo de aventura. Las visitas, de frecuencia reducida, serán guiadas y con un número limitado de visitantes, aproximadamente 20, debiendo garantizarse la adecuada protección de los valores subterráneos y de los existentes en superficie

(POR MOTIVO DE LA REDUCIÓN DE LOS AFOROS POR EL COVID-19, PASAN A SER DE 9 PERSONAS POR GRUPO)

Los recorridos en el interior de la cavidad atienden a la variedad de elementos de interés y a la necesidad de preservación de los mismos.