Los hallazgos arqueológicos en la zona indican que los sistemas de cuevas fueron utilizados por el ser humano entre el Paleolítico medio y la Edad Media. También destaca la presencia en Ojo Guareña de más de 180 especies de invertebrados. Existe un centro de interpretación del complejo kárstico en Quintanilla del Rebollar, a 6 km de la cueva.