Al norte de la provincia de
Burgos, las faldas del macizo que separa
Cantabria y
Castilla y León es también el escenario donde el clima atlántico choca con el mediterráneo. La meseta se abre aquí -entre los términos municipales de Espinosa de los Monteros, Merindad de Montija y Merindad de Sotoscueva- como una llanura ondulada, pintada de robles, hayas y encinas en las zonas más secas, y de chopos, alisos y álamos en las más húmedas.