Escondida y tallada con sencillez sobre la
roca, muestra la
tradición de los habitantes de esta comarca de venerar su entorno cavernario y, también, de aprovecharlo. A escasos metros de la
iglesia se abre un gran portón que servía de sala de plenos del
ayuntamiento de Merindad de Sotoscueva (hasta 1924). Hoy alberga las taquillas y la entrada de la
cueva de
San Bartolomé, donde nos espera Clara López, guía y coordinadora del complejo.