El origen de este yacimiento se remonta a hace dos millones de años, cuando el poder fluvial y la disolución del carbonato de calcio fueron moldeando las
rocas de caliza y arcilla. Este capricho de la erosión ha creado galerías, cavernas,
lagos subterráneos, estalactitas y estalagmitas, entre un universo oculto de 13.850 hectáreas. Un proceso que comenzó en el Cretácico y aún perdura. “La
naturaleza no ha terminado su obra”, cuenta el cavernícola.