Para descubrir la
cueva caminamos por el recorrido dispuesto en una cómoda
pasarela que nos conduce hasta la
Pila del
Santo, “de
aguas con poderes curativos, según la leyenda”, explica la coordinadora del complejo kárstico. Seguimos la senda hasta la galería de los Silos, que muestra el aprovechamiento humano de la caverna para el almacenamiento de grano en época
medieval.