La rampa de Palomera; la sala Edelweiss; la zona del Gour de las Hojas, y la sala del Cacique, hasta llegar a la sima Dolencias. Según nos adentramos en este laberinto profundo, notamos que nuestros sentidos se agudizan y todo el mundo exterior desaparece. El silencio, la humedad, las diferentes vacaciones atmosféricas y una temperatura constante de ocho grados.