Es imposible olvidar una estancia en ese
Monasterio. Dormir en sus celdas o hacerlo en una
tienda de campaña bajo ese olmo centenario; oir los rezos y salmos a la hora nona (Los maitines son rezados demasiado temprano)e incluso la hora de
comer y cenar en el refectorio es una experiencia que se la recomiendo a todos. Leer los comentarios en esta página sobre la
arquitectura e
historia del Monasterio de
la Vid, escritas por A.M.C. Son extraordinarias.J.C.V.R.