DOSANTE
Dosante es un bonito pueblecito del municipio burgalés de Merindad de Valdeporres, situado al norte de la provincia, en un estrecho
valle regado por las
aguas del
río Nela cerca de su nacimiento, al pie de los
montes de la Virga, en la comarca de Las Merindades.
Pocos datos se conocen de su pasado histórico cuyo nombre no aparece recogido en los principales cartularios de la época. Sabemos únicamente que a mediados del siglo XIV se encontraba entre los lugares yermos de la merindad de Castilla la Vieja.
Era lugar de realengo, es decir, gozaba de la protección del rey, al que pagaba tributos.
La
iglesia, dedicada a
santa María la Mayor, se erigió al sur del
pueblo, cerrando por este lado el entramado urbano del municipio. Se trata de un
edificio muy tardío, construido probablemente en las primeras décadas del siglo XIII, formado por nave única, cabecera cuadrada y sacristía moderna adosada al muro septentrional, todo ello realizado en buena sillería arenisca. De la vieja
fábrica tardorrománica sólo se conserva la cabecera y el primer tramo de la nave, rematándose sus muros en el exterior mediante una cornisa de nacela soportada por una serie de
canecillos de formas muy variadas, aunque de tosca factura. Algunos son lisos, mientras que otros se decoran con tacos, cilindros o
rollos, molduras sogueadas, nacelas superpuestas, dobles volutas, animales y varias cabezas antropomorfas, femeninas y masculinas. Dosante se encuentra junto a la línea del ferrocarril de
vía estrecha “Bilbao-la Robla” y la terminal del ferrocarril “Santander-Mediterráneo”, estando la
estación ferroviaria a
caballo entre los dos pueblecitos burgaleses que le daban nombre, Cidad-Dosante. La olvidada estación era un estratégico punto de estos trazados ferroviarios, por ser el lugar elegido para el cambio de mercancías de las dos líneas.