En pleno cañón del Ebro y en un maravilloso
paisaje, circundada por un meandro del
rio, se encuentra esta localidad burgalesa empequeñecida por los farallones rocosos que la rodean y con frondosos bosques de quejigos y encinas.
Fue repoblada en la primera mitad del siglo IX, en su comarca se encuentra Castrosiero, con los nombres de sus señores: Fernando y Gutina, de clara ascendencia visigótica, el conde Gundesindo en 816 aparece citado como repoblador procedente de los
valles cántabros, de donde llegó con su gente y
ganado.
En esta localidad hay numerosas
casas señoriales, con los
escudos de sus hidalgos moradores.
Hoy vamos a citar únicamente una de sus casonas. el
PALACIO DE LOS GALLO. Se trata de un elegante palacio del siglo XVI. Su promotor fue Gregorio Gallo, Obispo de
Segovia, su planta es rectangular con dos
torres en los extremos. Un cuerpo de menor altura, ocupa la parte central. fue proyectad por el maestro cantero Domingo de Azas, la construcción fue realizada por el cantero Hernando de Palacio. Su aspecto general es de sobria elegancia, y la estética de sus huecos es clasicista. Actualmente ha perdido su aspecto palaciego ya que aparenta estar dividido en varias viviendas. Sería interesante una restauración integral, respetando su estructura original