Lo primero que apreciamos al contemplar la
puerta románica de la
iglesia de
Escalada es que una buena parte de su indiscutible monumentalidad es su gran abocinamiento creado mediante numerosas arquivoltas en degradación que se apoyan en, nada menos, seis parejas de
columnas acodilladas en las jambas. Enseguida nos llega a la memoria una puerta románica palentina de hechuras muy similares. Nos referimos a la de la iglesia del que fuera
monasterio de
San Pelayo de Arenillas, en la comarca de Valdavia. Incluso, como veremos, a continuación, comparte la arquivolta -en idéntica posición- con figuras radiales que pronto conoceremos.