La localidad burgalesa de
Escalada se encuentra en pleno Cañón del Ebro, junto a un pronunciado meandro del
río. Su
caserío se ve empequeñecido por unos impresionantes farallones rocosos presididos por
los altos de Aidal y Espeluca. En las zonas menos abruptas crecen frondosos bosques de quejigos y encinas. En la primera mitad del siglo IX, los condes castellanos proceden a la repoblación y organización sociopolítica de los
valles del norte montañoso burgalés, uno de cuyos hitos fue el entorno en el que hoy se sitúa Escalada.