Retablo renacentista, de Sebastián de Salinas, ESCALADA

ESCALADA
En ese majestuoso cañón que forma el río Ebro, apenas entrado en la provincia de Burgos, en el margen izquierdo del río, en una carretera que parte de la de Burgos a Santander pasado Quintanilla-Escalada, y se adentra en Cantabria por Orbaneja del Castillo y Valderredible, en terreno desigual, encontramos a ESCALADA a 63 km de Burgos.
Se siente arropado por Quintanilla-Escalada, Turzo, Orbaneja del Castillo y la frontera con Cantabria, que forman corona a su alrededor.
Estaba sometido al señorío de el marqués de Aguilar, como consta en el Catastro del Marqués de la Ensenada y su nombre aparece escrito por primera vez en la documentación del Monasterio de Las Huelgas de Burgos, en diciembre de 1230.
Sus pobladores sumaban 88 personas en el año 1848, según consta en el Diccionario geográfico de Pascual Madoz. Siguiendo la misma línea de la inmensa mayoría de los pueblos de la provincia, creció a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, presentando en 1900 un censo de 211 habitantes. Siguió creciendo aún en la dura primera mitad del siglo XX ya que contaba con 271 personas en 1950. Pero las circunstancias vividas en la segunda mitad del siglo a través de la emigración, lo han dejado reducido a 25 personas en el año 2000.
Tiene la iglesia dedicada a Santa María la Mayor y es renacentista, con una nave amplia y capilla lateral y coro doble. El ábside es rectangular con contrafuertes y sacristía adosada. La portada es románica, del siglo XII, con seis arquivoltas, –la primera con figuras–, capiteles con flora y fauna y canes en tejaroz, con pintura variada posterior; la puerta tiene arco rebajado. Y la torre es cuadrada, de dos cuerpos, rematada en bolas, con cuatro huecos y otros varios cegados con dos campanas. Y restos de la anterior románica.
La pila es románica, lisa. Y el retablo mayor, bueno, es renacentista, de Sebastián de Salinas, discípulo de Felipe Vigarny. En otro, barroco, hay una Virgen sedente del siglo XIV y en otro una hermosa imagen de Santa Ana triple del siglo XVII. Tiene una ampulosa arquitectura interior.
Sus libros parroquiales comienzan en 1549
Hubo hacia Quintanilla-Escalada, un monasterio dedicado a San Martín, desde el siglo IX hasta el XVII.
Tiene un noble caserío con escudos, destacando el solar de los Gallo, entre los que se cuenta Gregorio Gallo, que fue Obispo de Segovia.
Y en su suelo está catalogado un yacimiento arqueológico de época sin determinar y otro posiblemente de la Edad del Hierro.
* YO AMO A MI PUEBLO, Emiliano Nebreda Perdiguero
(16 de Abril de 2024)