Para José Luis López Hidalgo. Hola, José Luis. Soy Eduardo Tarrero, ya sabes de donde. Leí tu nota de agosto del año pasado. Y es una lástima que nadie conteste, nadie de señales de vida. Tienes toda la razón. Estos pueblos deben guardar su esencia y su sabor castellano que son sus costumbres ancestrales. Y su dignidad porque, como tú dices, sus hijos fueron a buscar el pan, sí, pero enriqueciendo a otras regiones que, encima, los menospreciaron cuando no los marginaron y vejaron humillantemente. No es que haya que vengarse, pero, cuando menos, recuperar la dignidad y conservarla. De la misma manera que ellos respetaron las constumbres de donde quiera que fueron a dejar lo mejor de sí mismos, que respete cualquier visitante las suyas aunque solo venga a esparcirse. Un abrazo.