Desde tiempo inmemorial se mantiene la
costumbre en Espinosa de encender la “luminaria” de
Santa Bárbara la
noche del 4 de diciembre en la
plaza del
pueblo. Tradicionalmente se hacía con las ramas verdes de sabinas, aquí llamadas enebros; durante los días anteriores los niños de la
escuela, ayudados por algunos vecinos, se afanaban en cortar y amontonar la leña en los
montes cercanos.
Apenas anochece, se prende la
hoguera y en unos minutos unas enormes llamaradas alcanzan la altura de los
tejados. El olor a “ramoniza”, el “chisporroteo” de las ramas al quemarse y las “pavesas” que nievan desde la altura hacen de esta cruda noche de diciembre algo especial y mágico.
Durante los últimos años se ha instaurado la costumbre de compartir una merienda entre los asistentes asando las viandas entre las brasas de la hoguera.
Al día siguiente, aún quedan rescoldos para asar unas patatas que hacían las delicias de nuestros almuerzos de escuela.