En esa zona alta de la provincia –estribaciones de los Picos de Urbión-, que se adentra hacia el oeste, cuya principal altura es la Peña Valdosa, en el macizo de Cervera, en la carretera que une Aranda del Duero con Santo Domingo de Silos, a orillas del río Esgueva, que hasta hace pocos años dividía las diócesis de Burgos y Osma-Soria, en terreno llano, encontramos a ESPINOSA DE CERVERA, a 27 km de Salas de los Infantes y 66 de Burgos.
Caleruega, Arauzo de Miel, Doña Santos, Peñacoba, Hortezuelos, Briongos, Ciruelos de Cervera, Santa María Mercadillo y Valdeande forman corona a su alrededor.
A las cuestiones generales del Catastro del Marqués de la Ensenada sus habitantes contestaron que era lugar de realengo, es decir, pagaban tributos directamente al rey por el que se sentían protegidos y su nombre aparece escrito por primera vez en la documentación del monasterio de Santo Domingo de Silos en mayo de 1222.
Sus habitantes alcanzaban en 1848 el número de 202, según atestigua Pascual Madoz en su Diccionario geográfico. Siguiendo la tónica de la inmensa mayoría de los pueblos de la provincia, creció a lo largo de toda la segunda mitad del siglo XIX, presentando en 1900 un censo de 306 personas. Comenzó a descender en la dura primera mitad del siglo XX, pues en 1950 contaba ya con 257 pobladores. Y no se ha visto libre de los efectos de la emigración de la segunda mitad del siglo, que lo ha dejado reducido a 80 habitantes en el año 2000