Destaca la cubierta avenerada, de estilo renacentista, que remata el conjunto, y esta apoyada sobre dos pechinas
para conseguir la forma pentagonal en su parte superior. Por más de mil años
Santa Cecilia ha sido muy venerada en la
Iglesia Católica. Una
tradición muy antigua dice que pertenecía a una de las principales
familias de Roma, que acostumbraba vestir una túnica de tela muy áspera y que había consagrado a Dios su virginidad.