La conquista que los
romanos hicieron de la Península Ibérica, encontró fuerte resistencia en el
pueblo cántabro que presentó batalla durante tres siglos. Bajo las
murallas de Velliga tuvo lugar una delas últimas batallas que se libraron entre ambos
pueblos y la dificultad
para vencer fue tan grande, que el mismo emperador Octavio César Augusto tuvo que dirigir en persona las operaciones para la conquista del norte de Hispania. Desde Sasamón con el
ejercito de tierra y con la Armada hostigando desde el Cantábrico intentaron acorralar toda
Cantabría.