Tuve el privilegio de nacer en esa villa. Los avatares de la vida me llevaron por el mundo, pero cada vez que la vuelvo a visitar, vuelvo a mi niñez, a las eras en verano y al hogar en invierno. Cada vez que vuelvo, no me interesan las nuevas barriadas, solo las antíguas casonas, los campos, la torre, la casa de los monteros en fin lo que me vuelve a mi niñez y al principio de la villa. Tampoco me dejo de extasiar con todo lo que se ha dado en llamar " los pasiegos" !Que maravilla!. Uno ha escrito, que está replobada por vascos y no se que de un batzoki, mejor lo olvidan, somos y seremos descendientes de los "foramontanos" es decir cantabros.