No un bilbaíno enamorado de Espinosa y sobre todo, de Lunada. Me encanta la solitaria tranquilidad de la
montaña, así que todo el mundo que se quede a ver el
pueblo y que no suba nadie al
puerto, y menos aún al Castro Valnera. Nos haréis un favor a los montañeros que odiamos a los domingueros.