Aparece citada por primera vez en 1211 en documentos de Vadillo. El cura de esta
parroquia también asistía el
hospital que había del mismo nombre.
A comienzos del XVI el papa anexiona esta
iglesia a la de
San Vicente, quizá por la
ruina sufrida por un desprendimiento de una
roca que derribó las
bóvedas. En 1706 según los documentos se la considera como una
ermita; después se le consideró como cilla para almacenar los granos de los diezmos. Reparada a mediados del mismo siglo, pronto se le volvió a destinar como almacén. Por estar indecente y profanada, se pensó en enterrar todos los
santos, sacar la
pila bautismal y demolerla.
A comienzos del XIX se vino abajo el muro norte. Se restauró y volvió a hacer las funciones de parroquia a mediados de siglo con el título de Purísima Concepción, por ser ésta la imagen que ocupa el centro del
retablo, traída de Vadillo.
La
portada gótica al sur es lo más notable. Una fuerte
espadaña de dos cuerpos sobresale notablemente del
edificio. La decoración es inexistente. De nave única, su interior ha sufrido siempre la humedad debido a su emplazamiento junto a una cuesta.