Algunas parcelas, como las de la
Montaña y merindad menor de Castilla la Vieja, seguirían siendo excesivamente extensas para los medios de la época por lo que, posteriormente, se subdividirían aún más. Aunque también se dio el caso contrario, pues hubo agregaciones de diversos
valles. En estas circunstancias, algunas aldeas de
Frías se desmembrarían de la tierra, aunque la inmensa mayoría conservaría una gran cohesión a través de los siglos.