También será centro religioso: sede del arciprestazgo, único
monasterio en el
valle y templo juradero. No habrá otro
puente en el Ebro, a través del cual y del portillo de Busto, se comerciará con la Bureba y
la Rioja y, por el otro lado, con Orduña y Valmaseda hacia los
puertos cantábricos con sal, lana y todo género de trajinería.