Como consecuencia de los especiales privilegios otorgados a los de la Muela, Frías se dividirá en dos barrios contrapuestos: el de arriba incómodo, frío y apiñado, pero de viviendas muy codiciadas. El de abajo, resguardado y refugio de forasteros, entre ellos los judíos, tan numerosos que pronto habrá que construir la iglesiagótica de San Vitores para atenderlos.